Un equipo internacional liderado por la Universidad de California en Berkeley y con participación clave de científicos de la Universidad Hebrea y la Universidad Abierta de Israel ha identificado un evento de destrucción estelar (TDE) que emite señales de radio a la velocidad más alta registrada hasta la fecha. El fenómeno, bautizado AT 2024tvd, se originó en un agujero negro supermasivo situado a 2.600 años luz del centro de su galaxia, demostrando que estos objetos pueden activarse lejos de los núcleos galácticos habituales.
Los TDE suelen producirse cuando una estrella es desgarrada por la marea gravitatoria de un agujero negro masivo ubicado en el núcleo galáctico. En este caso, los radiotelescopios detectaron dos ráfagas de radio separadas por varios meses, lo que implica una reactivación tardía del entorno del agujero negro. El hallazgo se publica en The Astrophysical Journal Letters y contradice modelos que predicen un solo pico de emisión poco después de la ruptura estelar.
AT 2024tvd no solo redefine la velocidad a la que un agujero negro puede “re-encender” su entorno, sino que también posiciona a Israel en la primera línea de la astronomía de alta energía.
TDE fuera de lugar
Los TDE suelen producirse cuando una estrella es desgarrada por la marea gravitatoria de un agujero negro masivo ubicado en el núcleo galáctico. En este caso, los radiotelescopios detectaron dos ráfagas de radio separadas por varios meses, lo que implica una reactivación tardía del entorno del agujero negro. El hallazgo se publica en The Astrophysical Journal Letters y contradice modelos que predicen un solo pico de emisión poco después de la ruptura estelar.
Desarrollo: observación multi-telescopio
Very Large Array (EE.UU.), ALMA (Chile), ATA, SMA y AMI-LA (Reino Unido) captaron la evolución del flujo de radio durante seis meses. Los datos muestran que el material eyectado alcanzó una velocidad de expansión superior a la de cualquier TDE previo, sugiriendo que el agujero negro “re-inyectó” plasma en el medio interestelar meses después del evento inicial. El equipo israelí, dirigido por el Prof. Assaf Harash (Universidad Hebrea), coordinó la parte de alta frecuencia del espectro, clave para calcular la densidad del plasma.
Análisis:
implicaciones para la física de agujeros negros y para IsraelCientífico: La existencia de agujeros negros supermasivos “desplazados” obliga a revisar los modelos de formación y migración de estos objetos. Si AT 2024tvd es representativo, hasta un 10 % de los TDE podrían provenir de núcleos offset, lo que duplicaría las estimaciones de tasas de eventos detectables.
Tecnológico:
La participación israelí demuestra la capacidad del país para liderar observaciones sincrónicas en múltiples longitudes de onda, un activo estratégico en el mercado global de datos de satélites y sensores.
Geopolítico:
El descubrimiento se anuncia en medio de la carrera internacional por el control de datos de radio-astronomía. Europa ampliará el Square Kilometre Array en 2027 y EE.UU. ha solicitado a Israel ingresar formalmente como socio en el proyecto. El prestigio científico se traduce en influencia diplomática y en financiación para infraestructura dual (civil-militar) de comunicaciones por satélite.
Conclusión
AT 2024tvd no solo redefine la velocidad a la que un agujero negro puede “re-encender” su entorno, sino que también posiciona a Israel en la primera línea de la astronomía de alta energía.
Si futuros muestreos confirman que los TDE “desplazados” son comunes, el flujo de publicaciones y patentes derivadas podría consolidar al país como hub de procesamiento de datos espaciales. Mientras tanto, los telescopios siguen apuntados al cielo: la próxima ráfaga podría llegar de cualquier lugar, incluso de las afueras de una galaxia lejana.